martes, 18 de diciembre de 2012

PLAZA DE TOROS DE "EL CONVENTO"/MONTERREY

INTRODUCCIÓN
Desde la Fundación de la Ciudad de Monterrey en 1596,
las Corridas de Toros, eran frecuentes por el gusto de los
fundadores españoles, al igual que en toda la Nueva Espa-
ña, sobretodo por las autoridades y religiosos, porque cual-
quier acontecimiento importante, era motivo para celebrar
con Festejos Taurinos.
   En Monterrey, quedó una veta de habitantes judíos deno-
minados sefardi, que desde entonces dieron caracterizticas
particulares en la ciudad, se nota en los escasos de los tem-
plos catolicos a diferencia con ciudades de San Luis Po-
tosí, de Guanajuato, y otros estados del centro y sur del
pais.   Se nota en las casas, muy encerradas, una puerta y
una ventana, así como en las costumbres de caracter de
hosquedad y cerrazón.   E indudablemente en los gustos
y costumbres, en las diversiónes, como son Las Corridas
de Toros.    Quiza por eso, la escases de las noticias de
antaño en materia Taurina.
  Se sabe que las Corridas de Toros, celebradas en Mon-
terrey, se dieron en la Plaza de Armas, frente al Palacio
Municipal, siempre construidas exprofeso.
PLAZA DE TOROS DE "EL CONVENTO"
  En el Archivo Reynero, se tiene registró de la solicitud
para construir una Plaza de Toros, en el año 1849.
  Para 1860, funcionaba una Plaza de Toros, que por la
cercanía con el Convento de San Francisco, se le llamó
Plaza de Toros de "El Convento".
  Tanto la Plaza de Toros, como el Convento, se ubican
en el predio que hoy ocupa el Circulo Mercantil Mutua-
lista, al fondo sur de la avenida Zaragoza.
La Plaza fue construida formalmente de madera, morrillos
tablones y carrizo.
Se menciona a el Capitán de Cuadrilla a don Felix García,
como Espada don Luis García (hijo de el capitán de cuadri-
lla), echaban la capa don Antonio López Castillo, cuando
era un chaval, y el payaso de la cuadrilla, era Luis Zamu-
dio.    Regularmente se corrian Toros Criollos de las pobla-
ciónes cercanas de Nacatás y de Rinconada.
  El Capitán de Cuadrilla, era todo un personaje, se dice con
su traje de lentejuelas y abalorios.   Con gran bigote y de pe-
lo alborotado.
  La Plaza de El Convento, aunque no existe mucha informa-
ción funcionó con regularidad por muy buen tiempo.
Investigacion D.Garza Paiz

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